Cuenca

La aldea de Cuenca se encuentra situada al oeste de Fuente Obejuna, sobre una amplia llanura de tierra de labor, a escasos metros del límite de Extremadura y Andalucía.
Su altitud con el nivel del mar es de 571 metros, enclavada en un paisaje construido por amplios valles aptos para el desarrollo del cultivo de cereal, encinas y monte. 
La antigüedad de esta aldea es desde el siglo XV que ya es citada en una sentencia. Anteriormente a esto, ya existía como población el Cortijo de Cuenca, que contaba con la dehesa de Concejo; fechándose a finales del XIV o principios del XV.
El nombre a esta aldea le viene por ser una tierra con abundantes recursos hídricos, ya que próximo a la población pasa el río Zújar pudiéndose ser éste el origen de la aldea como consecuencia de un asentamiento cercano en las orillas del río. 
La aldea de Cuenca, atesora una gran reserva arqueológica pudiendo citar lugares como: restos de la casa conocida como Avecilla de Arriba, al igual que el Membrillejo. Otros de los restos con los que contamos son con la enorme cantidad de cuevas y por último podemos hacer referencia al antiguo Castillo del Ducado donde se pueden apreciar restos de su antigua muralla.
Otro de los monumentos a visitar en esta aldea es la Iglesia de San Salvador, la cuál consta de una nave principal con bóveda de cañón rebajada, con lunetos del siglo XVII, a la cual se añadió durante el siglo XVIII el presbiterio con planta cuadrada y cubierto por bóveda de media naranja sobre pechinas. El Interior de la iglesia es muy amplio apreciando la imagen del santo.

CuencaDicha iglesia fue destruida en su mayor parte durante la Guerra Civil; sufriendo grandes desperfectos en general, reconstruyéndose sus bóvedas y espadañas sobre 19939-1940
Según contaban los abuelos, existió una leyenda mitad verdad y mitad fantasía en la que se hablaba de la existencia de una tesoro que estaba enterrado en las tierras de la Sierra del Ducado, hoy solamente se encuentran algunos restos, como piedras. “El tesoro habían querido encontrarlo varios grupos de personas en sucesivas épocas, pero según contaban, siempre le habían sobrevenido grandes desgracias. Los últimos en buscarlo mantuvieron contacto con una mujer llamada la “Salvadora”. Esta mujer iba contando con antelación todo cuanto iba a suceder por medio de una botella de cristal. Así por ejemplo decía que uno de los fuese a buscar dicho tesoro moriría y así fue, otra persona moriría ahogada y así sucesivamente. Tanto fue el miedo que desistieron de seguir buscando.
Con el paso de los años, esta finca que era un gran latifundio fue adquirida por personas de la propia aldea, y puede que ahora por fin se allá encontrado el Tesoro de Ducado en la riqueza de las tierras, aunque haya sido muchos años más tarde.” 
Unas de las épocas más señaladas en la aldea de Cuenca es su Semana Santa sacando en procesión a las diferentes imágenes propias del Jueves y del Viernes Santo. Pero el momento cumbre de estas celebraciones comienza la madrugada del Sábado Santo. En esa tarde los “ quintos” han llevado “ La tronca” ( una encina entera ) a la plaza del pueblo y aproximadamente sobre las doce de la noche le meten fuego, encendiendo0se velas que llevarán los vecinos durante la procesión. Los quintos esa noche se encargan de tener despierto a toda la aldea; sobre las ocho de la mañana, los quintos empiezan a poner el Judas ( muñeco de paja y trapos viejos) pinchándolo en la plaza. Sobre las diez lo sacan en procesión junto con la Virgen, por diferentes caminos y a su encuentro los hombres del pueblo empiezan “ a tiros con el Judas” hasta destrozarlo.